lunes, 14 de septiembre de 2009

Porque me lo regalaron, que si no...


…que si no hubiera pasado totalmente desapercibido entre mis preferencias literarias. La verdad es que cuando cayó en mis manos este librito, no sabía muy bien qué pensar o qué tipo de expectativas tener. Algún día dedicaré un post a contar cómo llegaron una serie de curiosidades literarias a mis manos (con tu permiso, Jorge, of course).

A medida que iba leyendo, se despertó la curiosidad en mí para acabar decepcionándome por completo. La verdad es que de este autor no había leído nada, pero había visto una película adaptada por David Cronemberg de uno de sus libros: la magnífica Crash (que recomiendo fervientemente desde aquí a todo aquel que aún no la haya visto). Y supongo que ese fue mi error: esperarme una novela parecida a lo que había visto.

Fúria Feroz se trata de una escueta novela narrada en forma de crónica y en clave de informe forense donde se cuentan los acontecimientos que tienen lugar en la imaginaria urbanización de Pangbourne Village, una especie de complejo residencial burgués absolutamente utópico e hipócrita. Si la leéis, me entenderéis. Un final lamentablemente predecible, y aunque en todo momento esperé un giro que alimentara el suspense, entiendo que el desenlace cumplía ciertos requisitos humanistas del autor.

Para quién se quiera arriesgar, ahí va el primer párrafo de la obra:

De los diarios forenses del doctor Richard Greville, asesor psiquiátrico adjunto, Policía de Londres.

25 de agosto de 1988.
¿Por dónde empezar? Tanto se ha escrito sobre la masacre de Pangbourne, como se la conoce ahora en la prensa popular de todo el mundo, que me resulta difícil ver con claridad ese trágico suceso. En los últimos dos meses ha habido tantos programas de televisión acerca de los treinta y dos residentes asesinados en esa urbanización exclusiva de oeste de Londres, y tantas conjeturas acerca del secuestro de sus trece hijos, que casi no queda espacio para una sola hipótesis nueva.

2 comentarios:

Jorge dijo...

Tenía pendiente mi opinión.

Es que no creo que al señor Ballard le interesase la intriga, ni la sorpresa ni nada eso. Estaba por encima. Tenía una tesis y la exponía. Ya sabemos cómo acabará todo. Es la forma de plantearlo y cómo ha degenerado todo hasta eso... En la crítica, la satira y la visión negra de la sociedad de consumo actual.

Y tienes mi permiso para lo que quieras, of course.

Dentro de un tiempo vuelve a leerlo ya sabiéndolo todo (te llevará un par de cafés con leche) y creo que verás la infinidad de matices y el talento. Y si algún día te atreves con Crash, preparate para sexo descarnado, mucha violencia, nulo argumento y mucha pesadilla. Para mí es una obra maestra.

Babs dijo...

Puede que tengas razón, me lo releeré de aquí un tiempo. Ahora ya sé a qué atenerme y no me crearé falsas espectativas.

Creo que para Crash necesitaré estar en otro momento de mi vida...